
Carlos Raffo piensa, los de siempre tienen el corazón en la mano, las colectas se multiplican, los teléfonos que no funcionaban se vuelven gratuitos, las compañías de seguros que odian a la muerte se compadecen de tantas muertes, Michelle Bachelet nos quiere...

¡Qué maravilla! ¡Qué país grandioso!¿Es que no recordábamos que hay millones de peruanos que viven exactamente igual que los damnificados de Chincha?¿Es que no sabemos que la intemperie es la casa de millones de peruanos?¿Es que desconocíamos que millones de peruanos no tienen agua, igual que los sobrevivientes de Pisco?¿Es que no sabemos que hay millones de peruanos que no tienen ningún muro que se les caiga?¿Es que dudábamos de que hubiera cientos de miles de peruanos que están esperando una ración de comida decente cada día?¿Es que necesitábamos un terremoto para recordar que hay seres humanos, como nosotros, que no viven como seres humanos?¿Necesitamos más terremotos para darnos cuenta de que tenemos que cambiar este modelo injusto que pretende ser inalterable?

Por César Hildebrandt